Te sorprendió, en un murmullo rezando la Salve:
-Me dijo mi hermana
“Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra….”
¡Dios! Intuías que la parka estaba cerca.
¡Ya la esperabas! Y querías
mostrarte serena, rezando.
¡Como si nada!
El pilar más fuerte de la casa se ha derrumbado.
El que nos sostenía, el que trataba
Cómo Atlas sostiene el peso del universo en sus hombros
Con el deseo de mantener la unión de todos
Como niños desolados nos sentimos.
Todo parece roto.
Todo parece nada.
Tan sólo la tristeza vaga por la casa.
¡Madre! Tú eras el pilar que nos unías
Ahora más que nunca
Nos une el dolor de tu ausencia.
Nos une el dolor de la nada
Nos conduele tu paz deseada.